Pétalos de rosas acarician tu rostro
deslizándose poco a poco
entre tus ojos
y labios pálidos
esperando abrirse
y mires mi rostro.
El viento juega con las ramas
acariciando tus cabellos enredados
a la espera de las tormentas
no te muevas
quédate quieta
fría.
La lluvia
fluye gota a gota
fuera de tu ataúd de cristal
a la espera
de ese tierno beso
elixir de vida.
Solo rostros
solo sombras
en tu ingenuidad
desnuda
eras rara
extraña y
metamórfica
en un mundo podrido
eras solo luz.