Soledad tan celosa, no dejas que alguien me acompañe en esta danza, embriagas con tus néctares de circe y me dejas en los brazos de tánatos, muéstrame tus jarras llenas de esa ambrosía que quiero olvidar este dolor amargo de vacios y negros , llena mis copas para saciarme de ti y olvidarte de una vez por todas, muéstrame tus senos inmaculados para beber de ti y dejarte como una ramera por el piso lastre, déjame entrar en tus entrañas como vampiro y comer tu cuerpo y salir cual chacal devorador de lo ya vivido; déjame que romperé los pedernales en tu rostro, ira que saciaré el día que me abandones.
Hoy partí en la mañana al olvido, hoy deseo el sereno consejo del camino, me aterra volver a la soledad y solo me acompañare de mi coleto, hoy partí al dulce hogar lleno de melancolías y tristezas, pues la soledad en este tiempo fue mi maestra del lado humano pero no logro robar mi corazón, eso me mantiene vivo; en este camino solo deseo la compañía de una mujer real y no de las fantasías que fácilmente seducen a la mente y me pueden robar mis alforjas y hasta la vida si me encuentro con una vampira.
Camino dueño de mi destino y cuna de mi crecimiento no dejes que me pierda en el bosque que me encandila con sus sutiles y melíferos llamados, se rígido para que no salga de ti y blando para no sentirme presionado a abandonarte, hazme tropezar con una doncella que esté dispuesta a amar al viajero y pueda conjurar a las luciérnagas del rio para que se cumpla su deseo de que me quede a su lado.
Doncella aprende el arte del sueño para hacerme descansar en tu hogar y déjame sentir el placer de tu hoguera para que mis pies no quieran salir corriendo por la puerta y me generes el dolor de reencontrarme con la hechicera soledad, y me haga caer en mis melancolías y mis destructivas danzas de pleno egotismo.
